Hay que iniciar la lactancia lo antes posible, en sala de partos o durante la primera hora de vida: es el momento en que el recién nacido está más despierto, con un reflejo o instinto de succión vigoroso, antes de sumirse en un profundo sueño. Es importante porque favorece el aprendizaje del recién nacido y porque estimula la subida de la leche.
La lactancia exclusiva con leche materna conviene mantenerse hasta el 6º mes: es beneficioso dar el pecho sea cual sea la duración de la lactancia, pero para potenciar al máximo sus efectos es importante alimentar al lactante exclusivamente con leche materna hasta los 6 meses y continuar como mínimo hasta el año de edad. A partir de los 6 meses, deberán también introducirse otros nutrientes.
Consejos prácticos para el inicio de la lactancia
Postura correcta: el niño debe tener la boca abierta unos 180°, los labios evertidos, y debe abarcar toda la areola con la boca. No es recomendable hacer la pinza con los dedos para que salga más leche, ya que en realidad sólo se logra obstruir algunos conductos. Hay que colocar al niño de modo que el pezón le quede al nivel de la nariz o del labio superior. Entonces, se aproxima el niño al pecho (no al revés). La postura convencional es aquella en la que la barriga de la madre y la del niño se tocan (pide consejo para aprender otras).
Frecuencia y duración de las tomas: recomendamos darle de mamar a demanda. Esto significa que debes darle el pecho siempre que lo reclame. Un recién nacido no tiene horario, pero poco a poco irá cogiendo el hábito del tiempo. Para facilitar esta adaptación, es recomendable que el niño pase el mayor tiempo posible con la madre, empezando por la estancia en la clínica. Hay niños muy tranquilos (pocos) que duermen profundamente y no piden comer. En estos casos, se recomienda despertarles cada 3-4 horas para ofrecerles el pecho.
En general, la duración de las tomas es variable y viene determinada por la respuesta del recién nacido y no por el reloj. Al principio, puede que necesite más tiempo en cada pecho, y luego tenga suficiente con un periodo más breve. No olvides que cada niño es diferente.
Consejos durante la toma: la concentración de grasa es más alta al final de la toma. Por ello, es importante dejar que el lactante vacíe completamente un pecho antes de darle el otro (algunos niños quedan satisfechos con uno solo), ya que si toma leche más rica en grasas, quedará más saciado y las tomas podrán espaciarse más.
Se recomienda iniciar siempre las tomas empezando por pechos alternos. Si acabaste la toma anterior con el izquierdo, tendrás que empezar la próxima por el derecho, y así sucesivamente. No se recomienda el uso de chupetes, pezoneras y tetinas, por lo menos durante las primeras semanas porque la manera en que se cogen a estos objetos es distinta a la postura correcta de mamar, y puede dificultar su aprendizaje o confundirles.
Información y consejos para mantener el periodo de lactancia
Información y recomendaciones generales
La alimentación de la madre debería ser sana y variada: no hay alimentos contraindicados y se aconseja ingerir mucho líquido (agua, zumos naturales y leche).
Durante el primer y segundo mes, el recién nacido puede mamar entre 6-12 veces al día: en general, el número y duración de las tomas empieza a disminuir a partir del tercer o cuarto mes de vida del bebé.
Cómo averiguar si está bien alimentado: el recién nacido bien alimentado moja 5 o más pañales en 24 horas. Como los pañales son muy absorbentes, se puede reconocer la cantidad de orina por el peso del pañal usado. Un niño que come bien también realiza deposiciones frecuentes al inicio, pero puede ser normal tanto que haga 1 cada 2 días como que haga 6-7 al día. Las deposiciones normales iniciales son líquidas con grumos que irán adquiriendo consistencia progresivamente. Son de un color que va del amarillo claro al verde, ocasionalmente.
Un niño bien alimentado también tiene los ojos brillantes y está alerta. Además, tiene buen color y aumenta de peso progresivamente. El aumento de peso puede ser muy variable de una semana a otra, por lo que no debemos alarmarnos si una semana aumenta sólo 50 g (si come y orina bien). Posiblemente, la semana siguiente compensará la situación aumentando más de peso. Es importante pesar al niño sin ropa y siempre en la misma báscula, y ten en cuenta que los niños alimentados con biberón no aumentan más de peso que los de lactancia materna.
No es recomendable ofrecerle el biberón después del pecho sólo para comprobar si se ha quedado con hambre, ya que hay niños con gran necesidad de succión que se tomarían el biberón sin tener hambre. Puede que cada mes y medio, coincidiendo con el aumento de peso, el lactante pida más a menudo durante unos días. Lo hace porque de esta manera se estimula la producción de leche y aumenta la cantidad. Si se sigue la pauta de darle el pecho a demanda, en pocos días la situación se regula y las tomas se espacian de nuevo.
Cuándo conviene consultar al pediatra
Recomendamos consultar al pediatra si:
No aumenta de peso a razón de 100-150 g por semana y/o pierde peso.
Moja menos de 5 pañales al día.
Rechaza el alimento durante varias tomas consecutivas.
Realiza menos de 1 deposición en 24-48 h, seca y/o muy escasa (a pesar de que realizar 3 ó 4 deposiciones abundantes por semana puede ser normal a partir de los 2-3 primeros meses).
Si el bebé está menos activo, tiene los ojos hundidos, está m