Claudia Milena Cuellar, directora (e) de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social, explicó que «específicamente son cinco las poblaciones que serán beneficiadas con la vacuna contra la hepatitis B como son las mujeres transgénero, personas en situación de prostitución, hombres que tienen relaciones con hombres, personas que se inyectan drogas y habitantes de calle».
«Esta gestión se realizó como respuesta a los resultados del análisis de escenarios para el logro de las metas en hepatitis B al 2030 realizado en Colombia en 2019, el cual demostró los beneficios de extender las acciones de vacunación a adultos en alto riesgo de infección para la reducción de infecciones en esta población», dijo Cuéllar.
Frente a los retos de la enfermedad, sostuvo que a pesar de que Colombia tiene grandes avances gracias a la vacunación contra hepatitis B en niños menores de 6 años implementada en el país desde 1993, «se requiere fortalecer las estrategias de prevención en adultos con alto riesgo de infección, de acuerdo con los compromisos internacionales adquiridos por el país para dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030».
«La hepatitis B es una enfermedad provocada por el virus de la hepatitis B que altera al funcionamiento del hígado y es potencialmente mortal. Se transmite por contacto sexual sin protección, uso compartido de jeringas y agujas, de la madre al hijo durante el embarazo o el parto, la realización de tatuajes, piercing u otras modificaciones corporales con materiales no estériles y esporádicamente por transfusiones cuando la infección es muy temprana y no es detectada por las pruebas que se realizan a todas las donaciones», aseguró.
Finalmente, Cuéllar exhortó a la población en riesgo a vacunarse y protegerse frente a esta enfermedad. «El principal mecanismo de prevención es la vacunación contra la hepatitis B, la cual es altamente eficaz y segura. Otras formas de prevención son el uso correcto del condón en todas las relaciones sexuales, la detección temprana de la infección en las embarazadas con la prueba de hepatitis B, el uso de jeringas nuevas para cada inyección y el uso de materiales estériles durante procedimientos como tatuajes o piercing, entre otros», reiteró.