Ante el posible colapso de la red hospitalaria, el personal de la salud de los hospitales harán un plantón denominado “Clamor por la vida”. 

Al frente de todas las IPS públicas y privadas del Departamento, sentarán su voz de protesta frente a esta situación que los tiene agobiados. Y es que durante el tiempo de la pandemia es la primera vez que en Boyacá se llega a una ocupación del 89.1%. De las 267 camas habilitadas, 240 están ocupadas, 198 de ellas con pacientes COVID-19.   

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En Tunja, apenas quedan 3 camas disponibles, llegando a una ocupación del 98% y en Duitama y Moniquirá ya se llegó al 100%.

El secretario de salud de Boyacá, Jairo Mauricio Santoyo, dijo en las últimas horas que a pesar de los esfuerzos hechos para cuadriplicar la capacidad de atención en las Unidades de Cuidados Intensivos e Intermedios, a la fecha, se ha tenido que trasladar pacientes de un municipio a otro. 

«Es el momento más crítico que vive Boyacá en la historia de la pandemia, necesitamos que la ciudadanía nos apoye para lograr la descongestión de la red hospitalaria. Tenemos a 10 pacientes que requieren de remisión por lo que pedimos que no se continúe con la indisciplina social», dijo Santoyo.

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Por su parte, la secretaria de Protección Social de Tunja, Lucy Esperanza Rodríguez, informó que en la capital boyacense de las 145 camas sólo están disponibles 3. 

El gerente de la ESE Santiago de Tunja, Alexander Mesa, también hizo un llamado a toda la comunidad para que se solidaricen con el personal de la salud que ante las largas jornadas y la exposición que mantienen frente al virus, no aguanta más. 

«Hacemos un clamor a la gente, es crítica la situación. Llevamos más de un año en la atención de la pandemia y el esfuerzo es indescriptible», indicó el gerente.