A menudo, la edad entre los 11 y los 14 años se llama adolescencia temprana. Estos años son un momento emocionante de muchos cambios diversos y rápidos. Su hijo crece y se fortalece y también empieza a sentir y pensar de maneras más maduras. Es posible que se sienta asombrado al ver a su hijo comenzar a convertirse en adulto. Pero este puede ser un momento confuso tanto para los niños como para los padres. Ambos deben acostumbrarse a la nueva persona en la que el niño se está convirtiendo.
De los 11 a los 14 años, un niño se desarrolla en cuatro áreas principales:
Desarrollo físico. La adolescencia es un momento de cambios en todo el cuerpo. Por lo general, sucede un estirón de crecimiento cerca de la pubertad. Comienzan a desarrollarse los senos de las niñas y comienzan sus períodos. A los varones les crece vello facial. Tanto a varones como a niñas les crece vello púbico. Es posible que los varones crezcan en estatura menos que las niñas durante estos años, pero por lo general terminan siendo más altos.
Desarrollo cognitivo. Es la manera en la que el cerebro desarrolla las capacidades para pensar, aprender, razonar y recordar. Generalmente, los niños de esta edad se concentran en el presente, pero empiezan a entender que lo que hacen ahora puede tener efectos a largo plazo. También comienzan a ver que los problemas no son tan simples como parecen y que la información puede interpretarse de diferentes maneras.
Desarrollo emocional y social. A medida que empiezan a pasar de la infancia a la adultez, los adolescentes sienten la necesidad urgente de ser más independientes de su familia. A menudo, los amigos reemplazan a los padres como fuente de consejos. Cuando están en el hogar, es posible que los adolescentes prefieran estar solos a ser parte de la familia. De todas formas, el apoyo familiar es importante para ayudarles a construir un fuerte sentido de identidad personal.
Desarrollo sensorial y motor. Los niños de esta edad podrían ser un poco torpes o toscos. El cerebro necesita tiempo para adaptarse a las extremidades más largas y el cuerpo más grande. Hacer ejercicio moderado y regular puede mejorar la coordinación y ayudar a su hijo a construir hábitos saludables.