La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres, vejiga). Los cálculos renales se componen de sustancias normales de la orina que, por diferentes razones, se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño. Según el lugar donde se forma un cálculo, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente.
El tracto, sistema o aparato urinario se compone de los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la uretra.
Riñones
Son dos órganos en forma de judía, localizados debajo de las costillas y hacia la mitad de la espalda. Los riñones fabrican orina a partir de la filtración que realizan del agua y los productos de desecho de la sangre. Además, mantienen un equilibrio de sales y otras sustancias en la sangre.
Uréteres
Son pequeños tubos que conducen a la orina desde los riñones hasta la vejiga, donde se almacenará antes de ser expulsada al exterior.
Vejiga urinaria
Es una cámara elástica en forma triangular localizada en la parte baja del abdomen donde desembocan los uréteres y donde se almacena la orina.
Uretra
Es el conducto que conduce la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. Cuando el grado de expansión de la vejiga llega a un límite, se produce la necesidad de orinar. Entonces la vejiga se contrae y deja pasar la orina hacia la uretra y de aquí al exterior. A este proceso se le llama micción (orinar).
La litiasis renal es uno de los trastornos urológicos más dolorosos y uno de los más frecuentes. El médico especialista que trata la litiasis y demás afecciones relacionados con el aparato urinario se llama urólogo.
¿Cómo funcionan los riñones?
Los riñones están formados aproximadamente por un millón de nefronas, y el funcionamiento del órgano es equivalente al de cada nefrona.
Las nefronas son las unidades filtradoras básicas que componen el riñón. Cada nefrona está formada por un componente que actúa como filtro, el glomérulo, y un sistema de transporte, el túbulo.
Parte de la sangre que llega a los riñones es filtrada por el glomérulo y pasa a través de los túbulos, donde se producen varios procesos de excreción (de sustancias de desecho y tóxicas) y reabsorción (de sustancias útiles aún para el organismo) que dan lugar a la orina. La orina pasa a la pelvis renal de la médula del riñón, desde donde confluye al uréter, que la conducirá hasta la vejiga y, desde aquí, será finalmente eliminada a través de la uretra.
Los riñones tienen una gran importancia para la salud, porque eliminan sustancias tóxicas que provocarían la muerte de las células y del organismo entero. El funcionamiento del aparato urinario está regulado por diversos factores, entre los que destacan la composición y estado de la sangre, la cantidad de agua, etcétera.
Cuando existen componentes necesarios en el filtrado, éstos son reabsorbidos para que puedan volver a la sangre y ser reutilizados. Las sustancias que se encuentran en exceso o son tóxicas se eliminan, y pasan a formar parte de la orina.
Cada nefrona genera una pequeñísima cantidad de orina, pero el elevado número de nefronas hace posible la producción de hasta dos litros diarios. Al acabar el proceso, queda un líquido (la orina) más o menos denso que contiene diversas sustancias que podrían estar presentes en la sangre (cloruros, fosfatos, aminoácidos, creatinina, etcétera), algunos iones minerales y, sobre todo, iones de hidrógeno e iones de amoni