Hoy, Día Mundial contra el Cáncer 2019, muchos afectados recordarán el momento preciso en que les dijeron que tenían un tumor. Enfrentarse al diagnóstico de cáncer no es fácil. Para la mayoría de personas es el momento más traumático e importante desde el punto de vista médico que han tenido en su vida, y la noticia provoca tal conmoción emocional que los médicos han constatado que el paciente no retiene ni la mitad de la información que le facilitan a partir de ese momento.
La sensación de amenaza atenaza, bloquea, y a partir de ahí las reacciones oscilan entre la negación – “no puede ser”– y el miedo – “¿me voy a morir?”–, seguidos por una avalancha de dudas e inquietudes que dominan la mente. Por ello pasan más de 200.000 personas cada año sólo en España, donde el cáncer afecta al 54% de los hombres y el 46% de las mujeres en algún momento de su vida.“El cáncer se relaciona con un pronóstico muy negativo y hoy se están curando más del 60% de los tumores malignos, y de los que no se curan una buena parte de los afectados sobrevive a la enfermedad durante mucho tiempo, incluso fallece por otros motivos no relacionados con el cáncer”, .
Recibir un diagnóstico de cáncer, además de suponer un terremoto emocional, sitúa a la persona en una situación de excepción en cuanto a su salud que repercute en su ámbito familiar y laboral. Desde el punto de vista médico, Tabernero asegura que “es importante tener tiempo y ánimo suficiente para dedicarse a la enfermedad, y esa ha de ser la prioridad número uno; pero también hay que intentar no romper con la vida cotidiana porque vas a salir adelante y cuidar nuestros objetivos y metas en la vida ayuda a ser felices y tener espíritu de lucha”. Y apunta que la toxicidad de los tratamientos contra el cáncer ha disminuido y la mayoría son compatibles con una vida “bastante” normal.