Los niños y niñas de 0 a 5 años suelen ser la población más vulnerable ante la Enfermedad Diarreica Aguda – EDA, por lo que el Ministerio de Salud y Protección Social entregó una serie de recomendaciones para prevenir esta afectación durante la temporada de vacaciones.
«En los periodos de descanso se deben mantener e intensificar las acciones de prevención a través de hábitos de higiene, manipulación y conservación de alimentos, manejo de excrementos, reforzar las medidas de tratamiento adecuado de fuentes de abastecimiento de agua y evitar su almacenamiento inadecuado, para poder disfrutar de unas vacaciones sanamente», dijo Claudia Milena Cuéllar Segura, subdirectora de Enfermedades Transmisibles.
Agregó que este especial cuidado se debe tener si hay traslados entre ciudades, lo que puede provocar descompensación en el organismo e intoxicaciones principalmente en la primera infancia, ya que su sistema inmunológico es más sensible a los cambios climatológicos, topográficos, de alimentos y bebidas.
La Organización Mundial de la Salud define la diarrea como la presencia de tres o más deposiciones líquidas en 24 horas. Es decir, es un síndrome clínico que se caracteriza por la disminución de la consistencia, aumento en el volumen o aumento en el número de deposiciones, que puede o no tener algún grado de deshidratación y que de acuerdo con el agente causal puede estar acompañado de moco y sangre.
El número de las evacuaciones intestinales hechas en un día varía según la dieta y la edad de la persona. Los lactantes alimentados por seno materno a menudo tienen evacuaciones blandas o líquidas y más frecuentes y esto no debe confundirse con diarrea; sin embargo, hay que estar alerta ante cualquier anomalía.
Cuéllar Segura explicó que la temporada invernal por la que aún atraviesan diferentes regiones del país alerta por los posibles efectos en salud que pueden presentarse, entre esos la EDA. Los aguaceros pueden aumentar la turbidez del agua en los sistemas de abastecimiento de agua potable.
Además, la escorrentía lleva a un barrido de agentes patógenos capaces de contaminar las fuentes de agua, lo que puede incrementar los riesgos de padecer enfermedad diarreica aguda.
La subdirectora de Enfermedades Transmisibles entregó un listado para tener en cuenta para prevenir, identificar y tratar la enfermedad diarreica aguda en niños y niñas.
Prevención
Dar lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementaria entre los 6 meses y los 2 años.
Lavar manos frecuentemente con agua y jabón, en especial: antes de preparar, servir o consumir alimentos, después de ir al baño, después de cambiar un pañal, después de tener contacto con mascotas, al llegar a casa.
Asegurar esquema de vacunación completo.
Consumir siempre agua segura, es decir, hervida por 5 minutos, mantenerla tapada en un recipiente limpio y usarla en el menor tiempo posible. No consumir bebidas de las que se desconoce su modo de preparación.
Usar agua hervida para el lavado y preparación de alimentos y bebidas (incluyendo el hielo).
Mantener y conservar separados (preferiblemente en recipientes con tapa) los alimentos crudos, los cocinados y los que están listos para comer.
Signos de alarma
Se ven los ojos hundidos.
Las deposiciones son muy líquidas y frecuentes en un mismo día.
Bebe ansiosamente los líquidos que se le ofrecen.
No puede mamar del seno.
Vomita todo (presencia de 4 episodios de vómito en las últimas 4 horas).
Orina poco o deja de orinar.
Aparece fiebre que no tenía antes.
Aparece sangre en heces.
Convulsiona.
Se ve somnoliento o de difícil despertar.
Cuidados
Aumentar la cantidad de consumo de líquidos adecuados para prevenir la deshidratación.
Administrar sales de rehidratación oral, después de cada deposición o vómito (siguiendo recomendaciones de preparación y hacerlo con agua hervida).
Ofrecer líquidos preparados mediante cocción de cereales en grano o molidos (arroz, maíz o cebada) en agua hervida.
Ofrecer líquidos que se preparan con papa o plátano.
Evitar bebidas con alto contenido de azúcar: gaseosas, hidratantes para deportistas, jugos de frutas preparados industrialmente.
Continuar la alimentación que viene recibiendo, para prevenir desnutrición.
Continuar con la lactancia materna.
Administrar zinc al menor, que será formulado por el médico.
Consultar si presenta signos de alarma.