La hipertensión arterial es el aumento anormal persistente de la tensión de la sangre en las arterias y puede dañarlas, incrementando el riesgo de padecer enfermedades en diferentes órganos. La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos como resultado de la función de “bombeo” que tiene el corazón y puede cambiar de un momento a otro dependiendo de la actividad, estados de ánimo, cambios de posición con ejercicio o durante el sueño.
Es fundamental conocer los números, para aumentar el conocimiento y concientización de las poblaciones en todo el mundo sobre la presión arterial elevada. Se buscar que con los datos cuantitativos, también se analice la situación de salud y el riesgo que representa esta enfermedad.
Anualmente en la región de las Américas ocurren 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, de las cuales alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, lo cual se considera una muerte prematura y evitable. La hipertensión afecta entre el 20 y 40% de la población adulta y significa que alrededor de 250 millones de personas padecen de presión alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo a sus reportes, refiere que la Hipertensión es el factor de riesgo número uno de muerte.
Uno de cada cuatro Colombianos padece hipertensión arterial, en los hombres la prevalencia es de 24.9% y en mujeres 26.1%. Prevalencia estimada en 30 % conforme al criterio de 140/90 mm Hg, lo que equivale alrededor de 30 millones que corresponden al diagnóstico de hipertensión, pero con los nuevos criterios de la American Heart Association la población con hipertensión será al menos del doble.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, realizada por Minsalud , uno de cada cuatro adultos en Colombia padece hipertensión arterial, es decir, 25.5 por ciento de la población, de los cuales aproximadamente el 40 por ciento ignora que tiene esta enfermedad, y ello repercute en su condición de salud; y cerca del 60 por ciento que conoce el diagnóstico, solamente la mitad están controlados.
Dentro de la proporción de adultos con diagnóstico previo de hipertensión arterial, el 79.3% reportó tener tratamiento farmacológico para controlar sus valores de tensión arterial. De las personas que tienen hipertensión, la mayoría no muestra ningún síntoma; en ocasiones pueden presentar síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.
Es necesario que la población tenga conocimiento y conciencia de que, si la hipertensión no se controla, puede provocar infarto de miocardio, ensanchamiento del corazón y, a la larga, insuficiencia cardiaca.
La nueva pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 puede ser particularmente perjudicial para las personas con enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial (HTA) y constituyen un grupo de mayor riesgo para desarrollar síntomas graves por Covid-19.(*1a)
La hipertensión es una de las comorbilidades más frecuentes en el Covid-19, incluso es un factor de riesgo para adquirir la enfermedad, es así que el control de la presión arterial sigue siendo una consideración importante para reducir la carga de la enfermedad.
El virus SARS-CoV-2 usa los receptores de las células en los pulmones para causar la infección, éstos se encargan de regular la presión arterial como vías directas para infectar las células, químicamente son proteínas o azucares, o ambos combinados. Es la llamada Enzima Convertidora de Angiotensina (ACE 2). Las personas con hipertensión pueden tener cambios en esta enzima, ya sea en su estructura o en el número de unidades por célula que favorezcan que el virus pueda causar una infección más grave..
El consenso internacional hasta este momento es que las personas con hipertensión arterial (HA) deben continuar con su tratamiento. Entre mejor se tenga el control de la HA, el pronóstico es mejor. De la misma forma, se recomienda a no bajar la guardia en las medidas de higiene y mantener la sana distancia para evitar el contagio.