La relación enfermera – paciente tiene que estar basada en la ética, la confianza y el respeto mutuo, y su centro de atención es el enfermo. El modo de interacción entre la enfermera y el paciente determinará la forma como este último enfrentará su enfermedad. El sentirse escuchado y comprendido aumentará la confianza en el médico. La fortaleza de este lazo dependerá del tiempo empleado por el galeno en el paciente y de su capacidad de comunicación.
En esta relación el contacto y la comprensión es fundamental. Con la presencia de la enfermera al pie de la cama del enfermo, comienza la sanación. Presencia que mientras más frecuente y continua sea, tendrá más fuerza para obtener resultados satisfactorios en mayor proporción.
Los elementos que facilitan a la enfermera una buena relación son: “conocimientos en salud sólidos, autoconfianza fundada en la competencia, control emocional, cordialidad, empatía y flexibilidad.
Fecha: 23 de noviembre de 2024