Los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo, y son responsables de 17,9 millones de muertes al año, asegura la Secretaría de Salud del Departamento.
Por eso la referente de la Dimensión de Vida Saludable y Condiciones No Transmisibles, de esa dependencia, Martha Veira Andrade, aseguró que no se puede ignorar la tensión que esto genera, no solo en personas y familias, sino también en los sistemas de atención médica, como lo ha mencionado recientemente la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular.
La mayoría de los casos se pueden prevenir. Sin embargo, es vital tomar medidas para mejorar la salud y evitar situaciones fatales.
Según Veira, es un hecho poco conocido que comer menos sal es una de las formas más rápidas y efectivas de mejorar la salud, con solo «una pizca» menos al día.
La Referente también indicó que diferentes poblaciones consumen alimentos más ricos en energía que contienen grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal, al mismo tiempo, y que precisan modificar sus hábitos alimentarios, es decir, consumir más frutas, verduras y fibras presentes en los cereales integrales.
Al respecto la Organización Mundial de la Salud – OMS, insta a los países a poner en marcha inversiones que incentiven la reducción de sal, y a las empresas fabricantes a aplicar los valores de referencia del contenido de sodio en los alimentos.
Esta es la razón por la cual la Secretaría promueve la ‘Semana de la concientización del consumo de sal 2023’ hasta el 21 de mayo, mientras invita a todos los actores del sistema a hacerse participes, implementando estrategias integrales para la reducción del consumo de sal y enviando mensajes clave para promover practicas saludables en todos los entornos.
“Si gradualmente consumimos menos sal, gradualmente querremos menos; la sal es parte esencial de la dieta, pero la mayoría de las personas la usa en exceso. Este es uno de los principales factores de riesgo de ataques cardíacos y cerebrales, al igual que otros problemas de salud que incluyen insuficiencia renal, osteoporosis, obesidad y alzheimer”, manifestó Veira.
Finalmente, la Secretaria reitera que una dieta alta en sodio tiene efectos a corto plazo sobre la presión arterial en personas no hipertensas, pero, por razones poco claras, su consumo prolongado se asocia a esta enfermedad.