En sesión virtual, los diputados de la Asamblea Departamental aprobaron en tercer debate, el Proyecto de Ordenanza 011 sobre la Política Pública Departamental de Salud Mental 2020-2030, orientada a proteger, promover y brindar herramientas a los municipios, para mejorar la salud mental de los boyacenses, en especial, durante este tiempo de aislamiento preventivo por COVID-19.
El referente de Salud
Mental y Convivencia Social, de la Secretaría de Salud, Martín Orlando Barrera Cobos, manifestó que, desde la Administración Departamental se llevó a cabo un importante trabajo con la comunidad y, a nivel intersectorial, con diferentes actores académicos, prestadores y aseguradores de servicios de salud, entre otros, con quienes se logró identificar las necesidades en salud mental de la población y qué requieren de la acción coordinada del Estado, sociedad civil y sector privado, para ofrecer una salud mental positiva y universal.
“Con la aprobación de la Política de Salud Mental se garantiza el respeto y protección del derecho a la salud mental, desde prácticas sociales e institucionales, que posicionen una cultura del cuidado y el reconocimiento positivo de la salud mental, generando acciones que preserven la dignidad humana, desde la garantía diferencial de libertades y oportunidades para todos, con énfasis en quienes están expuestos a condiciones adversas y de sufrimiento psicosocial”, aseguró Barrera.
Agregó, que uno de los principios a los que se llegó en la construcción de este proyecto, es que la salud mental debe ser universal, significando con ello que debe llegar a todas las personas en el departamento de Boyacá, no solo a través de la oferta institucional sino de los recursos que se puedan reunir con la comunidad organizada y alrededor de un propósito común como es una salud mental positiva y universal.
“El valor que tiene la salud mental positiva se enmarca en la Ley 1616, pero, además, de eso nosotros estamos insistiendo que no sólo sea una señal mental positiva, sino estar alertas en el cuidado de la misma, privilegiando el entorno hogar y la familia, como el escenario por excelencia, siguiendo el llamado de la comunidad que estuvo en el proceso de formulación de la política”, enfatizó Martín.
Añadió, que incluir a la familia como eje de la promoción y cuidado de la salud mental es una de las principales adaptaciones que se ha hecho, aunado a mayores desarrollos en sus capacidades para poder elevar su nivel de salud mental, mediante una adecuada agencia del cuidado.
La Política se construyó bajo las siguientes premisas:
“Salud mental a lo largo de toda la vida”, para promover una imagen positiva de la salud mental y la importancia de su cuidado.
“Sin salud mental, no hay salud”, que visibiliza el valor que tiene la integralidad como parte de las actuaciones en salud y la inclusión de la salud mental en este esquema de intervención.
“Más atención, menos exclusión”, un llamado a la institucionalidad, incluido el sector salud, a tener una actitud más incluyente en el trato y la atención de las diferentes demandas en salud mental, desde las relacionadas con sufrimiento emocional, causadas por dificultades de la vida diaria, hasta aquellas situaciones asociadas con presencia de una enfermedad mental.
“La comunidad: clave de la salud mental para todos”, que recupera el valor de la comunidad como primer agente del cuidado y protección de la salud mental en condiciones de salud o enfermedad, reduciendo la exclusión y el estigma.
“Tejiendo la salud mental con todas las políticas”, para poner de presente la salud como un resultado de la acción conjunta de muchos actores, que aportan desde su quehacer y competencia, al logro de mayor bienestar para todos y la oportunidad de tener una vida larga y saludable.
“En términos generales lo que nosotros buscamos es que haya más familias con competencias en el cuidado de la salud mental, que los niños y adolescentes estén protegidos, que el adulto mayor tenga un adecuado cuidado y protección de su salud mental”, indicó Barrera.
Por su parte, la directora de Promoción y Prevención en Salud, Mónica María Londoño Forero, considera esta aprobación como un logro muy relevante en materia de salud pública, pues ‘sin salud mental no hay salud’ y es la cosecha que se obtiene en el Departamento, producto de una siembra conjunta entre todos los actores del sector público, privado y comunidad.
Agregó que el enfoque y las líneas estratégicas con las que se construyó la política, no dejan por fuera ninguna persona ni determinante de su salud, independiente de su momento de vida o las circunstancias que la rodean, lo que abre el camino para que su ejecución tenga todas la garantías necesarias, de tal modo que sea la gente, la comunidad y la sociedad, las que reciban finalmente el efecto de todas esas intervenciones y se reflejen en un mejoramiento evidente de su salud y bienestar colectivo.
El Proyecto de Ordenanza 011 por el cual se adopta la Política Pública Departamental de Salud Mental, pasa a sanción del gobernador Ramiro Barragán Adame y una vez firmada, se realizará el ABC de la Política y su plan de acción