En promedio la línea de emergencias recibe 169 llamadas efectivas en un mes de alta complejidad, pero hay un promedio de 30 llamadas que no son para urgencia y ponen en riesgo a la comunidad.
Según la Policía Metropolitana en el año 2018, la línea de emergencia registro 1.618 llamadas efectivas para ambulancia, de un total 3.300 llamadas según cifras de la Secretaria de Protección, significa que 1.682 llamadas no fueron alertas verdaderas, de estas según información de la Secretaria de Protección las personas fueron valoradas y atendidas, pero no requirieron traslado; eso sin contar las llamadas de niños haciendo las llamadas “pegas”, comportamiento que esta tipificado en el Código de Policía; y tiene una sanción tipo cuatro.
Laura González Benavidez, líder del proceso ambulatorio de la ESE Santiago de Tunja, está invitando a la comunidad para que use la llamada al 123 responsablemente, y más al solicitar una ambulancia, es decir casos realmente de ¡Urgencia!; usualmente los casos en lo que es necesario un equipo especializado tipo ambulancia están relacionados con accidentes de tránsito, caídas de altura, personas heridas en vías públicas o construcciones, madres gestantes en riesgo, intoxicación masiva, quemados en incendios, heridos por arma blanca o de fuego, paros cerebrovasculares y al corazón entre otros.
Hay pacientes que no saben cuándo solicitar una ambulancia, y lo hacen ocupando la línea y atrasando el servicio para lo que fue creado.
El 123 tiene un sistema de emergencias médicas, solo por este se puede priorizar para una ambulancia. Es importante aclarar que la línea de llamada ambulancia es el 123, y no el teléfono de la ESE Santiago de Tunja, pues el sistema de emergencias médicas, es la que define y prioriza el tipo de consulta que requiere el paciente.
Una llamada se cataloga como broma o falsa cuando una persona, de forma deliberada y repetitiva, acude a la Línea 123 y reporta una emergencia que no existe. También se configura cuando se realizan burlas a los operadores congestionando innecesariamente la línea de emergencias y negando así la posibilidad de atender casos reales.
Laura González líder del proceso ambulatorio de la ESE ST, también manifestó que un proceso de ambulancia, requiere la cooperación de la comunidad, este entendido como el respeto para la auxiliar de enfermería y el conductor de la ambulancia, pues en el momento de la atención al paciente, los familiares reaccionan con tensión hacia la tripulación de la ambulancia, y esto puede distraer el procedimiento. “1 – El servicio tiene que cumplir una serie de recorridos a donde se trasladan. 2 – Si llaman a donde deben llamar, el servicio de ambulancia llegara más rápido. 3 – Si el personal de la ambulancia está tranquilo y protegido no se siente agredido, va a brindar un servicio de calidad”.